El paradigma en el tratamiento del cáncer de pulmón microcítico en estadio extenso podría estar a punto de cambiar. Analizamos en profundidad los resultados del ensayo fase 3 IMforte, presentados en ASCO 2025, que marcan un hito al demostrar por primera vez un beneficio significativo tanto en supervivencia global como libre de progresión con una terapia de mantenimiento.
El congreso anual de ASCO siempre deja titulares de gran calado, pero este año, uno de los nombres que resuena con más fuerza en el ámbito del cáncer de pulmón es IMforte. Es bien sabido que el cáncer de pulmón de células pequeñas en estadio extenso (CPCP-EE) representa uno de los mayores desafíos en oncología. Se trata de un campo donde, históricamente, los avances han sido modestos y la necesidad de nuevas estrategias terapéuticas, urgente.
A continuación, se analizan los resultados del ensayo de fase 3 IMforte, presentados en ASCO 2025 y publicados simultáneamente en The Lancet, ya que marcan un antes y un después en el abordaje de esta enfermedad.
El Contexto Clínico: La Necesidad de Ir Más Allá de la Inducción
El estándar de tratamiento de primera línea para el CPCP-EE, basado en la combinación de quimioterapia con platino e inmunoterapia, ha supuesto un avance. Sin embargo, una vez finalizada la fase de inducción, la pregunta clave siempre ha sido: ¿y ahora qué? La mayoría de los pacientes progresan rápidamente, y la fase de mantenimiento ha sido un eslabón perdido en la cadena terapéutica.
Aquí es donde el estudio IMforte plantea una hipótesis audaz: ¿es posible consolidar y prolongar la respuesta inicial añadiendo un segundo agente, la lurbinectedina, a la monoterapia de mantenimiento con atezolizumab?
El diseño del estudio fue directo y robusto. Tras cuatro ciclos de inducción estándar con atezolizumab, carboplatino y etopósido, aquellos pacientes (483 de 660) cuya enfermedad no había progresado fueron aleatorizados a dos brazos de mantenimiento:
- Brazo Experimental: Lurbinectedina + Atezolizumab
- Brazo de Control: Atezolizumab en monoterapia
Los Resultados Clave: Un Beneficio Contundente y Estadísticamente Sólido
La robustez de los datos presentados es, precisamente, lo que convierte a este estudio en un hito. Los dos objetivos principales, supervivencia libre de progresión (SLP) y supervivencia global (SG), se cumplieron con una significación estadística incuestionable.
- Supervivencia Libre de Progresión (SLP): El tratamiento combinado más que duplicó la mediana de tiempo hasta la progresión de la enfermedad: 5.4 meses frente a 2.1 meses en el brazo de control. Esto se traduce en una reducción del riesgo de progresión o muerte del 46% (HR 0.54; p<0.0001). Un dato de una magnitud que raramente se observa en esta patología.
- Supervivencia Global (SG): El beneficio no se limitó a retrasar la progresión. La combinación también prolongó la vida de los pacientes, alcanzando una mediana de 13.2 meses frente a 10.6 meses. Esto representa una reducción del riesgo de muerte del 27% (HR 0.73; p=0.0174). Como destacó el Dr. Luis G. Paz-Ares durante la presentación, este beneficio fue consistente en todos los subgrupos de pacientes, lo que refuerza la validez externa de los hallazgos.
La Cara B: El Perfil de Seguridad
Un análisis riguroso debe ser equilibrado. Una mayor eficacia a menudo conlleva una mayor toxicidad, y el estudio IMforte no es una excepción. Los eventos adversos de grado 3/4 fueron notablemente más frecuentes en el brazo de combinación (25.6% vs. 5.8%), con casos de neutropenia febril y sepsis que llevaron a la discontinuación del tratamiento en un pequeño porcentaje de pacientes.
Sin embargo, el punto clave es que este perfil de toxicidad fue manejable y predecible. No surgieron nuevas señales de alarma, y los efectos se correspondían con lo ya conocido para cada fármaco por separado. Este es un aspecto crucial para su futura implementación en la práctica clínica.
Implicaciones Clínicas y Conclusión: Hacia un Nuevo Estándar de Cuidado
El ensayo IMforte es el primer estudio global de fase 3 que demuestra un beneficio significativo tanto en SLP como en SG con una terapia de mantenimiento de primera línea en CPCP-EE.
Lo que esto significa en la práctica clínica es que, por primera vez, existe una estrategia de mantenimiento validada que puede cambiar la historia natural de la enfermedad tras la inducción. La combinación de lurbinectedina y atezolizumab tiene todos los visos de convertirse en el nuevo estándar de atención en este contexto.
Con la presentación de los dosieres a la FDA y a la EMA prevista para la primera mitad de este año, la comunidad médica está a las puertas de poder ofrecer a los pacientes una opción terapéutica que realmente puede marcar una diferencia.
Sin duda, IMforte es un ejemplo brillante de cómo la investigación clínica rigurosa y bien diseñada puede romper paradigmas incluso en las áreas más desafiantes de la oncología. La comunidad científica seguirá atenta a los datos finales del estudio, programados para 2026.